Nada fiz para merecer, mas o fato é que pertenço a uma família (por parte de mãe) como diriam os paulistas, “quatrocentona”, não por termos identificado as nossas origens nos primeiros quatrozentos anos do segundo milênio, mas por cultivar uma genealogia conhecida há mais de quatrozentos anos, isto é, no fim do século XVII.
Todavia, não é a longevidade familiar que merece comentário, mas a existência no seu seio de um verdadeiro herói nacional; um verdadeiro prócer, líder comunitário, governador do D.F. (Síndico del Ayuntamiento de la Ciudad de México), idealista, liberal e finalmente protomártir, por ter sido o primeiro a ofertar sua vida em pró da Independência mexicana em 04 de outubro de 1808.
Desde cedo, muito criança ainda, apreendi, junto com as minhas irmãs, o valor do PARENTE, o exemplo de honra, de determinação e de coragem para enfrentar a vida que nos legou. Houve o tempo em que as autoridades mexicanas, inclusive federais, rendiam homenagem aos seus filhos diletos, aos heróis da pátria amada, aos que fizeram o caminho que ora trilhamos e então, com convite oficial comparecíamos orgulhosos às cerimônias organizadas anualmente em sua memória. Minha mãe, Ana Maria e minha tia Lillian, sua irmã caçula, faziam questão de preservar a memória familiar. O sobrenome herdado, FLORES VERDAD, transcendia qualquer imagem que minha cabeça de criança poderia imaginar.
Conforme os governos federais se sucediam ao longo dos anos, chafurdando no egoísmo, no imediatismo e na impunidade, parecia que os heróis da pátria iam sendo esquecidos até literalmente, acabar com as cerimônias e com suas lembranças. Chegou-se à total omissão do ensino nas escolas póblicas das vidas e dos exemplos que os pais da pátria, teriam herdado para nós.
Recentemente, aproveitando que na cidade do México, maior centro cultural do País e consequentemente morada do maior número de cabeças pensantes, politizadas e atuantes, capazes de impor pela força esmagadora do voto popular um governo de oposição, foi possível, através do empenho e da dedicação do meu cunhado e amigo Henrique Herrera Subirachs, que as autoridades locais voltassem à prática de homenagear os heróis nacionais, criando a data de 04 de outubro para homenagear o nosso querido PARENTE, advogado por formação, DON FRANCISCO PRIMO JOSEPH MANUEL DE PIERIO VERDAD Y RAMOS PATRÓN, conforme certidão de batismo, lavrada no domingo 15 de junio de 1760 na igreja da “Hacienda de Ciénega de Mata”, tendo assinado como seus padrinhos, o casal formado pelo señor mayorazgo Don Joseph Antonio Rincón Gallardo e sua senhora esposa, Dona Josefa de calderón y Bérrio .
A partir de 2008, na comemoração do bicentenário da morte de Don Francisco, a família Flores Verdad, como representante da descendência do herói nacional, foi novamente convidada para a cerimônia, mas desta vez, para uma participação efetiva através da qual pudésse manifestar o seu agradecimento e as suas caras lembranças do prócer familiar.
Todavia, abusando da hospitalidade do governo do D.F., mas mostrando a verdadeira herança de Don Francisco, a família decidiu aproveitar a oportunidade para pronunciar-se sobre a situação política do México e seu efetivo afastamento dos ideais libertários que garantiram o papel de verdadeiro herói e protomartir, reconhecidos no homenageado.
Desta forma, na categoria “HOMENAGENS”, é minha intenção perpetuar estes pequenos pronunciamentos que a começar em 2008, tem-se sucedido anualmente através de algum dos representantes familiares.
A seguir, ofereço para os leitores do HBLOG, o texto do último destes pronunciamentos, com a participação da minha irmã caçula Zoraida Borges Flores Verdad, como autora e palestrante oficial:
DISCURSO PROFERIDO EN 04/10/2012, POR ZORAIDA BORGES FLORES VERDAD, DURANTE EL HOMENAJE LUCTUOSO REALIZADO POR EL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL AL PRÓCER MEXICANO, LIC. FRANCISCO PRIMO DE VERDAD Y RAMOS EN EL BI-CENTESIMO CUARTO ANIVERSARIO DE SU FALLECIMENTO.
LIC. JOSÉ DE LA ROSA HERRERA
Coordinador de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal
HONORABLE PRESIDIUM
FAMILIARES Y AMIGOS
DISTINGUIDOS CONCIUDADANOS:
Reunidos, como siempre lo hacemos, con mucho orgullo y satisfacción en esta Plaza, a nombre de mis hermanos: Humberto, Ana María, Beatríz y del mío propio, deseo agradecer a las autoridades democráticas de la Ciudad de México, especialmente a la Secretaría de Cultura y a la Coordinación del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la misma, por darnos la oportunidad de participar en este acto solemne, como descendientes de un verdadero prócer que, al desafiar a las autoridades del Virreinato en los albores del siglo XIX, dio su vida, en aras de legarnos un país mejor.
Sabemos, porque la historia de nuestro México así nos lo revela, que con el liderazgo del entonces Síndico Don Francisco Primo de Verdad y Ramos, el Ayuntamiento dirigió al Virrey Iturrigaray un documento sustentado en un principio provocador: “La soberanía que ostenta el monarca proviene originalmente del pueblo”, pero a quién definía con el término “pueblo”, a los hombres y mujeres sometidos durante siglos a la miseria y a la explotación, lejanos de las minorías europeas entonces dominantes y de los letrados criollos.
Nadie en ese momento pronunció siquiera la palabra Independencia, sin embargo, el concepto “pueblo”, manejado por Primo de Verdad, abriría la puerta a esa fuerza hasta entonces desconocida, con resultados que hasta el 15 de septiembre de 1808, nadie podía predecir.
Estos son datos históricos, que dejo a los especialistas e investigadores de la talla del maestro. Rogelio López Espinoza, a quien parafraseo, cuando en su obra “El Prócer Olvidado”, apunta: “… 59 días de la vida de este innovador ideológico fueron suficientes para cavar su tumba y para edificar el monumento imperecedero de gratitud y admiración que le debemos los mexicanos.”
No siendo historiadora, quiero aprovechar esta privilegiada tribuna, no para citar datos biográficos de nuestro ilustre antepasado, sino para denunciar lo que ese mismo “pueblo”, después de más de dos siglos, sigue sufriendo. Con este fin, recordaré las palabras pronunciadas en 1963, durante una rueda de prensa, por el expresidente Adolfo López Mateos quien, a pregunta expresa tocante a cuál era la posición de México frente a las dictaduras de Somoza, Trujillo y Stroessner, respondió: quizá no haya otro país en el mundo que haya luchado tanto por la libertad como México. Nuestra última tiranía la liquidamos hace cincuenta años, de manera que nosotros no podemos ver con simpatía gobiernos que no hayan emanado legítimamente de la voluntad de los pueblos.
Y cuánta razón tenía el demócrata presidente, para los que estamos convencidos de que la verdad sólo lastima a quien pretende vivir en la simulación, tergiversando los hechos, y tratando de acomodarlos a su conveniencia, la verdad política de nuestro México, después del proceso electoral del 2012, resulta dolorosa y muy diferente a la que quisieron heredarnos nuestros héroes. Una vez más han sido colocados en el poder nuestros adversarios políticos, lo que sería natural en una auténtica democracia; sin embargo, nos sentimos ultrajados y tenemos la convicción de que la reciente “puesta en escena”, resulta un insulto a los patriotas de hace no muchas décadas, y al “Pueblo de México”
Después de los fraudes de 1988 y del 2006, y al ser testigos de que en este 2012 “se ha asumido la dictadura, disfrazada de bipartidismo, como sistema de gobierno”, fluye en nuestra sangre de mexicanos, la tristeza, la impotencia, el desencanto y una gran vergüenza, ante los hombres que sacrificaron la vida por legarnos un concepto de nación, de patria y libertad. Nos mueve la idea de que las instituciones federales, fundamentalmente las electorales y judiciales, han convertido la farsa en el arma para subyugar al “pueblo”, perpetrando acciones contrarias a nuestros intereses.
Con la planeación y la estrategia llevadas al cabo de manera perfecta, nos han dejado grabada en el inconsciente la idea de que por la vía electoral, “contra todo y contra todos”, sólo se perpetuarán en el poder político las oligarquías de siempre y las actuales mafias económicas, con sus corifeos televisivos, sus plumas compradas, sus lacayos y cortesanos de siempre.
Dentro de la visión general de la sociología política moderna existen dos visiones acerca de la política:
• La de las minorías: quienes se han servido siempre de la política para mantener sus privilegios, avasallando a las mayorías,
• Y la de las mayorías, que creemos en la política como un instrumento de lucha, para tratar de hacer realidad la utopía aristotélica. un México más justo, en donde prevalezcan los valores, el respeto, el orden, la justicia y el bien común.
Sólo con la continua participación de un pueblo consciente de las premisas anteriores, seremos capaces de:
Reinstaurar la moral política y gubernamental,
Insertar a México en un mundo globalizado, sin perder identidad,
Hacer de las naciones imperialistas, estados aliados, y no amos coloniales,
Regresar al Estado-Bienestar de mediados del siglo pasado,
Reinventar al México que deseamos las mayorías.
Este día en que conmemoramos el Bicentésimo-Cuarto aniversario luctuoso del protomártir de la independencia, digo con orgullo:
¡VIVA DON FRANCISCO PRIMO DE VERDAD Y RAMOS!
Y a pesar de que los conservadores fueron, por mera coyuntura, quienes organizaron los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, con el orgullo patrio que nos dejó esta gesta histórica, este año de luto para “el pueblo”, me atrevo a decir:
¡QUE VIVA MÉXICO!
MUCHAS GRACIAS.
Licda. Zoraida Borges Flores Verdad
México D.F., a 4 de octubre del 2012
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Crônicas Anacrônicas 